Interior de Santa María la Mayor
Introducción
Ruta Los Imprescindibles, Paseo Hitos Cristianos
En el interior de la Iglesia de Santa María, se pueden apreciar los distintos estilos arquitectónicos que la caracterizan.
Se conservan al lado del altar mayor los vestigios del gótico isabelino en el que se iba a construir este maravilloso templo. Sin embargo, es el estilo renacentista, que se muestra en sus principales elementos arquitectónicos y el que predomina definitivamente en la construcción.
El coro, sin embargo, es de estilo barroco, está situado en la mitad trasera de la iglesia, y es uno de los tesoros más valiosos que se conservan en el templo.
Interior de Santa María la Mayor
Estilos
Ruta Los Imprescindibles, Paseo Hitos Cristianos
La construcción de la Iglesia de Santa María duró más de dos siglos, sus obras se realizan por fases de la mano de los arquitectos más brillantes.
La primera de ellas, la gótica (1501-1516) fue bajo las directrices de Enrique Egas y Jacobo Florentin, en ella se desarrolla la cabecera, de la que destaca la portada de la “Sacristía Vieja” en estilo isabelino.
Tras esta intervención, se lleva a cabo una breve fase plateresca (1530-1536) a cargo de Alfonso de Covarrubias y Diego de Siloé y ejecución de Andrés de Vandelvira, que afecta a todo el exterior.
Le sigue la etapa renacentista (1540-1557), predominante en toda la iglesia, en la que se rebaja la altura interior construyendo nuevas bóvedas bajo la cubierta existente.
Interior de Santa María la Mayor
Última etapa
Ruta Los Imprescindibles, Paseo Hitos Cristianos
Su última etapa (1625-1765) ya con complementos barrocos, afecta sobre todo al campanario, que se sitúa sobre la cabecera y no a los pies de la iglesia como estaba previsto, y a la decoración de altares y coro. Todas las intervenciones posteriores a 1765 han sido destinadas a decoraciones o ligeras transformaciones en estilo neoclásico.
Tras los terribles avatares sucedidos durante la Guerra Civil, en los que se perdieron todos los altares, se comienzan a realizar labores de conservación y recuperación de todo aquello que había conseguido salvarse.
En la imagen se observa el retablo de estilo barroco obra de Díaz de Rivero antes de ser destruido durante la Guerra Civil.
Interior de Santa María la Mayor
Reja de la Concordia
Ruta Los Imprescindibles, Paseo Hitos Cristianos
La Reja de la Concordia u Hornacina de la Concordia, se sitúa sobre la capilla del Sagrario, fue mandada construir en 1556 por el Concejo de la Ciudad como si de un blasón se tratara, esta hornacina era la encargada de custodiar el acuerdo entre el pueblo y el duque de Alba del no sometimiento a la arbitrariedad de este.
En la parte inferior, se encuentra una cabeza de diablo como símbolo de lo prohibido, algo que no se puede tocar y que representa que, para que haya una concordia, primero ha tenido que haber una discordia y eso fue justo lo que en Huéscar sucedió.
Interior de Santa María la Mayor
Coro
Ruta Los Imprescindibles, Paseo Hitos Cristianos
El coro de la iglesia de Santa María es una de las mayores joyas que posee Huéscar. Realizado en 1727 por el oscense, Jerónimo Caballero, la sillería hecha de madera de nogal consta de 29 sillas superiores y 23 inferiores. La silla episcopal se encuentra presidida por San Ildefonso, arzobispo de Toledo, acompañado a los lados por San Pedro y San Pablo, y en las esquinas del coro se encuentra la representación de las Santas, Alodía y Nunilón.
Los elementos decorativos predominantes son los motivos vegetales y algunas representaciones figurativas de episodios distintivos. Además, debajo de algunos asientos, aún se conservan las misericordias, seres antropomorfos que servían como punto de apoyo cuando se estaba de pie.
Interior de Santa María la Mayor
Las santas
Ruta Los Imprescindibles, Paseo Hitos Cristianos
Las santas Alodía y Nunilón, patronas de Huéscar, fueron dos hermanas nacidas en Adahuesca (Aragón), de padre musulmán y madre cristiana educadas por su madre en la fe cristiana. A la muerte de ambos fueron acogidas por unos tíos que las obligaban a profesar la fe musulmana, pero al negarse estas a convertirse al islam, fueron condenadas a muerte y decapitadas el 21 de octubre del año 851. Sus restos se encuentran en el Monasterio de Leyre (Navarra) y se consideran mártires por morir defendiendo el cristianismo.
Esta devoción por las Santas mártires llega a Huéscar de la mano de Leonor de Aragón, esposa del conde de Lerín y hermana del rey Fernando el Católico. Doña Leonor tenía gran devoción por ellas y trajo esta tradición que aún sigue viva a la ciudad.
Interior de Santa María la Mayor
Introducción
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En el interior de la Iglesia de Santa María, se pueden apreciar los distintos estilos arquitectónicos que la caracterizan.
Se conservan al lado del altar mayor los vestigios del gótico isabelino en el que se iba a construir este maravilloso templo. Sin embargo, es el estilo renacentista, que se muestra en sus principales elementos arquitectónicos y el que predomina definitivamente en la construcción.
El coro, sin embargo, es de estilo barroco, está situado en la mitad trasera de la iglesia, y es uno de los tesoros más valiosos que se conservan en el templo.
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Estilos
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La construcción de la Iglesia de Santa María duró más de dos siglos, sus obras se realizan por fases de la mano de los arquitectos más brillantes.
La primera de ellas, la gótica (1501-1516) fue bajo las directrices de Enrique Egas y Jacobo Florentin, en ella se desarrolla la cabecera, de la que destaca la portada de la “Sacristía Vieja” en estilo isabelino.
Tras esta intervención, se lleva a cabo una breve fase plateresca (1530-1536) a cargo de Alfonso de Covarrubias y Diego de Siloé y ejecución de Andrés de Vandelvira, que afecta a todo el exterior.
Le sigue la etapa renacentista (1540-1557), predominante en toda la iglesia, en la que se rebaja la altura interior construyendo nuevas bóvedas bajo la cubierta existente.
Interior de Santa María la Mayor
Última etapa
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Su última etapa (1625-1765) ya con complementos barrocos, afecta sobre todo al campanario, que se sitúa sobre la cabecera y no a los pies de la iglesia como estaba previsto, y a la decoración de altares y coro. Todas las intervenciones posteriores a 1765 han sido destinadas a decoraciones o ligeras transformaciones en estilo neoclásico.
Tras los terribles avatares sucedidos durante la Guerra Civil, en los que se perdieron todos los altares, se comienzan a realizar labores de conservación y recuperación de todo aquello que había conseguido salvarse.
En la imagen se observa el retablo de estilo barroco obra de Díaz de Rivero antes de ser destruido durante la Guerra Civil.
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Reja de la Concordia
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La Reja de la Concordia u Hornacina de la Concordia, se sitúa sobre la capilla del Sagrario, fue mandada construir en 1556 por el Concejo de la Ciudad como si de un blasón se tratara, esta hornacina era la encargada de custodiar el acuerdo entre el pueblo y el duque de Alba del no sometimiento a la arbitrariedad de este.
En la parte inferior, se encuentra una cabeza de diablo como símbolo de lo prohibido, algo que no se puede tocar y que representa que, para que haya una concordia, primero ha tenido que haber una discordia y eso fue justo lo que en Huéscar sucedió.
Interior de Santa María la Mayor
Coro
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El coro de la iglesia de Santa María es una de las mayores joyas que posee Huéscar. Realizado en 1727 por el oscense, Jerónimo Caballero, la sillería hecha de madera de nogal consta de 29 sillas superiores y 23 inferiores. La silla episcopal se encuentra presidida por San Ildefonso, arzobispo de Toledo, acompañado a los lados por San Pedro y San Pablo, y en las esquinas del coro se encuentra la representación de las Santas, Alodía y Nunilón.
Los elementos decorativos predominantes son los motivos vegetales y algunas representaciones figurativas de episodios distintivos. Además, debajo de algunos asientos, aún se conservan las misericordias, seres antropomorfos que servían como punto de apoyo cuando se estaba de pie.
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Las santas
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Las santas Alodía y Nunilón, patronas de Huéscar, fueron dos hermanas nacidas en Adahuesca (Aragón), de padre musulmán y madre cristiana educadas por su madre en la fe cristiana. A la muerte de ambos fueron acogidas por unos tíos que las obligaban a profesar la fe musulmana, pero al negarse estas a convertirse al islam, fueron condenadas a muerte y decapitadas el 21 de octubre del año 851. Sus restos se encuentran en el Monasterio de Leyre (Navarra) y se consideran mártires por morir defendiendo el cristianismo.
Esta devoción por las Santas mártires llega a Huéscar de la mano de Leonor de Aragón, esposa del conde de Lerín y hermana del rey Fernando el Católico. Doña Leonor tenía gran devoción por ellas y trajo esta tradición que aún sigue viva a la ciudad.
