Calle Mayor
Introducción
En la calle Mayor y calles aledañas se encuentra la mayor concentración de casas blasonadas de Huéscar.
En esas manzanas se instalaron, a lo largo de los siglos, las familias nobles más importantes. Paseando por sus calles y admirando sus fachadas y escudos, se puede imaginar cómo fue esa época de esplendor que vivió Huéscar gracias al progreso de la economía basada en la agricultura, pero sobre todo en la ganadería del Cordero Segureño.
Calle Mayor
Casas señoriales
Tras la conquista cristiana en 1488, se inicia un proceso de expansión extramuros de la villa y de su población, sobre todo en dirección a Castril. Es entonces cuando comienzan a construirse grandes edificaciones como la iglesia de Santa María la Mayor.
Al conceder los Reyes Católicos, el señorío de Huéscar al Condestable de Navarra, Don Luis de Beamount y su esposa, Leonor de Aragón, comenzó un proceso de migración de personas en busca de nuevas oportunidades en Huéscar, movidos por la riqueza forestal y ganadera. Con ello llegan también grandes familias que deciden establecer su residencia en las inmediaciones de la colegiata de Santa María.
Calle Mayor
Escudos
En la calle Mayor y en las calles contiguas, a lo largo de los siglos, se han ido instalando familias nobles como los Peralta y Walte, con una gran vivienda que daba a tres calles, renombrada por haber pertenecido a la familia de Manuel Peralta, esposo de Mariana Pineda.
La casa de los Marqueses de Corvera y del administrador del Duque de Alba, se sitúan ambas, frente a la iglesia de Santa María.
En la calle Comercio, se conserva el escudo de la familia Serrano, quienes patrocinaron la realización de algunas de las obras de Santa María, y en la actual casa parroquial en la calle carril se conserva el escudo de Don Luis de Borbón, quien por el año 1735 fuera nombrado arzobispo de Toledo.
Calle Mayor
Introducción
En la calle Mayor y calles aledañas se encuentra la mayor concentración de casas blasonadas de Huéscar.
En esas manzanas se instalaron, a lo largo de los siglos, las familias nobles más importantes. Paseando por sus calles y admirando sus fachadas y escudos, se puede imaginar cómo fue esa época de esplendor que vivió Huéscar gracias al progreso de la economía basada en la agricultura, pero sobre todo en la ganadería del Cordero Segureño.
Calle Mayor
Casas señoriales
Tras la conquista cristiana en 1488, se inicia un proceso de expansión extramuros de la villa y de su población, sobre todo en dirección a Castril. Es entonces cuando comienzan a construirse grandes edificaciones como la iglesia de Santa María la Mayor.
Al conceder los Reyes Católicos, el señorío de Huéscar al Condestable de Navarra, Don Luis de Beamount y su esposa, Leonor de Aragón, comenzó un proceso de migración de personas en busca de nuevas oportunidades en Huéscar, movidos por la riqueza forestal y ganadera. Con ello llegan también grandes familias que deciden establecer su residencia en las inmediaciones de la colegiata de Santa María.
Calle Mayor
Escudos
En la calle Mayor y en las calles contiguas, a lo largo de los siglos, se han ido instalando familias nobles como los Peralta y Walte, con una gran vivienda que daba a tres calles, renombrada por haber pertenecido a la familia de Manuel Peralta, esposo de Mariana Pineda.
La casa de los Marqueses de Corvera y del administrador del Duque de Alba, se sitúan ambas, frente a la iglesia de Santa María.
En la calle Comercio, se conserva el escudo de la familia Serrano, quienes patrocinaron la realización de algunas de las obras de Santa María, y en la actual casa parroquial en la calle carril se conserva el escudo de Don Luis de Borbón, quien por el año 1735 fuera nombrado arzobispo de Toledo.